martes, 22 de enero de 2013

Tú me enseñas que, se puede querer.

Antes de que amaneciera, salí huyendo de tu cama. En tu espejo un testamento: “No nos queda nada”. Tropezamos de repente y sonreíste a quema ropa contra el filo de mi boca. Y susurraste que el pasado solo es como un día malo. Y la lluvia abrió las puertas de mi vida en tu Ford Fiesta. Siempre fui poniendo parches, negando segundas partes. Hasta que me demostraste, que no quiero olvidarte. Tú me enseñas que, se puede querer.

http://www.youtube.com/watch?v=mlid34Ql1MU&feature=related

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