lunes, 17 de diciembre de 2012

Nos dedicaríamos a disfrutar cada momento hasta la última décima de segundo

Por muchas noches en blanco que una dedique a pensar en su biografía sentimental, la verdad es que encontrara pocas soluciones. Podrá parchear tal o cual relación, pero al final, volverá a pasar lo de siempre. Que en un momento dado saltarán pedazos, como tantas otras veces. Porque uno es como es, y no es fácil dejar de serlo para querer a alguien, es casi, un combate perdido de antemano. Asi que lo mejor que nos podría pasar es que las relaciones sentimentales vinieran con fecha de caducidad, como los yogures. Así sabríamos de antemano cual es la fecha del final, y no perderiamos el tiempo en inseguridades, sospechas, ni discusiones. Nos dedicaríamos a disfrutar cada momento hasta la última décima de segundo. Aunque si lo piensas, lo bueno de no tener fecha de caducidad, es que nos permite seguir soñando con que, esta vez si, ese yogur, pueda conservarse para siempre.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Solo a sido un juego

Esta vez la que a salido perdiendo he sido yo. Me la han jugado. Han jugado conmigo. No he sido quien ha movido las fichas. Me ha servido de algo, la mala a partir de ahora voy a ser yo. Lo siento. Tu partida termino. Ahora empieza el verdadero juego.